
Producción Anual: 100 botellas
En una zona remota de la Patagonia chilena, lejos de rutas principales y fuera de los circuitos productivos tradicionales, existe un árbol de limón específico, cuya ubicación y condiciones naturales no permiten una producción extensiva ni replicable sin alterar su carácter.
De ese origen limitado por la propia naturaleza, nace Limonchecho.
La elaboración de este elíxir no responde a una demanda comercial, sino a una decisión consciente: respetar el ritmo del lugar, del fruto y del proceso. Por ello, cada año se producen solo 100 botellas, numeradas individualmente y elaboradas de manera artesanal.
Don Checho, custodio del fuego y del tiempo, dirige el proceso con una lógica simple y estricta: no forzar, no acelerar, no repetir mecánicamente. Las cáscaras de limón son seleccionadas y maceradas lentamente, y parte del proceso incorpora un ahumado suave y controlado, aplicado a mano, pensado para aportar profundidad sin ocultar la frescura original del limón.
Limonchecho no busca volumen ni consistencia industrial.
Busca identidad, carácter y memoria.
No es un licor para todos.
Es una pieza de autor.
Un gesto de territorio, tiempo y fuego.
Cada botella existe porque ese año fue posible.
Nada más.
Limonchecho
Elíxir patagónico.
100 botellas al año.
Un viaje de sabores desde la Patagonia.